El hombre, en todos los tiempos, ha pretendido predecir el futuro para conocerlo y después amoldarlo a sus necesidades e intereses. Es un ejercicio permanente. Para los adivinos, oráculos, chamanes y sus variantes, el futuro era una realidad única o predeterminada. Cuando se creó el análisis prospectivo, este se concibió como una realidad múltiple donde coexisten diferentes futuros posibles; de estos hay algunos que son más o menos probables (futuribles) y también se puede identificar el futuro deseable.
Es una preocupación que en el Perú no se realicen estudios de futuro ni análisis prospectivo sistemáticos y permanentes. No existen actualmente centros de investigación privados dedicados a la materia y en el sector público las áreas del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología dedicadas a estas materias son minúsculas. La preocupación por el corto plazo, los cambios continuos, la falta permanente de recursos, la fragilidad institucional y los intereses creados atentan contra esta actividad.
1. Desempeño económico desde el pasado
Al observar la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) real mundial, en niveles absolutos de 1950 a la fecha, se determina una tendencia creciente durante todo el periodo a excepción del 2009 y algunos otros años de crecimiento positivo pero bajo.
La inferencia que se podría realizar con relación al PBI, si se razona en términos de que el futuro es el resultado del pasado, es que el producto mundial seguiría creciendo sin problema alguno. Las perspectivas de la economía mundial son positivas. Sin embargo, si se amplía el periodo de análisis considerando mayor información histórica desde el siglo XIX, se analiza por zonas geográficas o bloques económicos se determinan probabilidades medias de crisis para las principales economías del mundo entre el 14% y 25%, lo cual no es despreciable.
2. Previsiones económicas al 2050
El consenso de las principales instituciones de investigación que proyectan el crecimiento económico hasta el 2050 es la de menores tasas de crecimiento económico a lo largo de las siguientes décadas de este siglo XXI. La previsión más pesimista fue elaborada por el Japan Center for Economic Research (2006). Aquí se plantea que en la década 2041-2050, se tendrían tasas de crecimiento poblacional negativas en Japón, China, Corea del Sur y la Unión Europea. Es interesante anotar que el PBI per cápita real en dicho periodo sólo crecería a una tasa de crecimiento promedio anual (tcpa) de 1.1% en Japón, 1.7% en la China, 1.2% en Corea del Sur, 2.3% en la India, 2.2% en el Sudeste del Asia, 1.8% en Estados Unidos y 1.3% en la Unión Europea.
Sin embargo, las proyecciones privadas son más optimistas respecto de las académicas-institucionales.
3. Nuevos elementos hacia adelante
En los temas del análisis prospectivo no hay consensos. La lista de los problemas que impactarían sobre la humanidad en el siglo XXI varía dependiendo de cada persona y grupo de análisis, y estos cambian a través del tiempo.
Reto demográfico: se detectan muchos elementos positivos, nuevos elementos, oportunidades y amenazas cuando se correlaciona esta materia con el patrón de crecimiento de la economía y la huella ecológica humana.
Transformaciones tecnológicas: el primer motor de transformación de la economía mundial son los cambios tecnológicos. A la fecha se han identificado cinco ciclos largos asociados a cambios en el paradigma tecno-económico. La transición de un ciclo a otro es compleja y con resultados también problemáticos. El proceso entre el cuarto y el quinto paradigma es un proceso incompleto con resultados negativos en empleo. Las mejoras en productos y procesos han sido significativas, pero este nuevo ciclo tiene una menor capacidad de arrastre —por su contenido inmaterial— que los anteriores.
Rápido cambio climático: el cambio climático es el peligro por excelencia de la civilización humana en la actualidad. El aumento de la temperatura global amenaza con crear sistemas climáticos catastróficos, malas cosechas, epidemias, desastres naturales y problemas de agua en todo el mundo. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como el dióxido de carbono y el metano atrapan el calor en la atmósfera de la Tierra.
Destrucción de la biodiversidad (extinción de especies): se señala que los hombres actúan como si estuvieran en competencia directa con todas las otras formas de vida, cuando en realidad la supervivencia humana depende de un gran número de especies desde las simples bacterias hasta los mamíferos complejos.
Crisis energética: el impacto económico de este fenómeno sería severo. Los aumentos en los precios de los hidrocarburos generarían efectos recesivos en los países desarrollados y en los subdesarrollados, donde los problemas son aún más graves. Asimismo, en el frente geopolítico, el impacto del pico de los hidrocarburos sería igualmente problemático por las pugnas, conflictos internacionales y hasta guerras que se pueden suscitar en torno a la posesión y el acceso a estos energéticos. Sin embargo, por el lado de lo positivo, se podría generar un esfuerzo más serio para desarrollar combustibles alternativos y que muchos países reduzcan su dependencia de los hidrocarburos.
Crisis económica estructural: la crisis económica internacional no ha terminado, ya que las principales causas que le dieron origen siguen presentes y sus detonantes pueden aparecer en cualquier momento. La salida o solución, tres años después de la caída del 2009, no está a la vuelta de la esquina. La crisis está mutando en el tiempo. Las herramientas tradicionales parecen alejar un nuevo episodio crítico basado en la explosión de burbujas. Sin embargo, se mantiene sobre la mesa la posibilidad de la desaceleración progresiva que afecta igualmente el nivel de actividad económica y empleo.
Nada se ha dicho sobre la necesidad de un cambio tecnológico incluyente, que genere a la par innovaciones significativas con más empleo. No se va a tener recuperación sostenida si se sigue soslayando la creación de puestos de trabajo. Asimismo, la redistribución del ingreso debe tener un lugar prioritario en la agenda de todos los países. La reforma del sistema financiero internacional es otro tema sobre el que se ha hecho poco.
Conclusiones
La mirada hacia adelante desde una perspectiva inercial nos señala que el mundo, en términos generales, ha avanzado positivamente a lo largo del tiempo. Sin embargo, si revisa la información histórica desde una mirada más lejana, existe una probabilidad permanente que se produzcan crisis económicas.
La revisión de las previsiones económicas internacionales al 2050 es interesante. Todos los analistas concluyen que el mundo va a seguir creciendo. Sin embargo, en las de mayor rigor académico hay homogeneidad en manifestar que estas tasas de crecimiento van a ser cada vez más bajas.
Cuando se revisan los mal llamados nuevos elementos de futuro —porque en realidad ya fueron descubiertos décadas atrás—, el balance es incierto pero con un sesgo hacia lo negativo.
Algunas reflexiones finales
La lista de retos que condicionan el futuro del Perú es más larga que la incorporada aquí desde la perspectiva internacional. A los temas anteriores se suman otros asociados a la problemática del medio ambiente, el capital humano, la estructura productiva y económica, y el capital institucional y social.
Es imprescindible que como país se trabaje más sistemáticamente en el análisis prospectivo, de futuro y la prospectiva estratégica. Sin estas herramientas, la capacidad de cambiar o ajustar el rumbo es mínima.
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